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Kelly Bulkley

Kelly Bulkley

Estudió primero como psicoanalistaMontagu Ullman (1916-2008) dijo que siempre luchó con freudTeoría de los sueños. Freud enfatizó la interpretación de los sueños como una herramienta terapéutica para tratar a las personas. neurótico trastornos Ullmann estuvo de acuerdo con esta idea en un contexto clínico, pero le preocupaba que pudiera conducir a una suposición más amplia de que Ninguno debe indagar en los sueños, propios o ajenos, sin la presencia de un especialista en salud mental, para que una neurosis oculta no irrumpa repentinamente en la conciencia.

Ullman ha dedicado muchos años de trabajo tanto en los Estados Unidos como en Suecia a los programas comunitarios de salud mental que han aumentado el acceso público a valiosos psiquiátrico comprensión de lo que es común terapia, se restringió a pacientes clínicos. A través de este trabajo, se convenció cada vez más de que se podía confiar en la gente común para realizar investigaciones seguras. inconsciente sin supervisores expertos. En particular, se convenció más de la necesidad de expandir la práctica de la interpretación de los sueños más allá de la oficina del terapeuta e incorporar más completamente el trabajo de los sueños en la práctica comunitaria estándar de salud mental.

Evaluación de sueños

Como primer principio, Ullman rechazó el término “interpretación de los sueños” en favor de “evaluación de los sueños”. Este sutil pero importante cambio de énfasis le permite desarrollar un proceso que realmente puede ser aplicado en cualquier lugar por cualquier persona, independientemente de su nivel de experiencia. También cambia la dinámica de poder en la situación terapéutica típica, donde el terapeuta es el sanador autoritario y el paciente es el receptor de las perspicacias e intervenciones hábiles del terapeuta. Para Ullman, el objetivo es devolver al soñador individual al centro del proceso, orientando todo lo demás en torno a ese punto cardinal.

Insistiendo en el máximo respeto por el soñador y el sueño, este proceso permite una conversación extremadamente honesta sobre pensamientos, sentimientos y conflictos inconscientes. Este proceso también permite a las personas superar la dificultad de comprender un lenguaje metafórico extraño. sueñoque Ullman atribuye a la perspectiva inevitablemente sesgada y limitada de la mente humana individual:

“Es obvio que una criatura tan discapacitada necesita ayuda. Aquí es donde entra el grupo. Tal como yo lo veo, la tarea del grupo es definir esta asistencia de tal manera que funcione en armonía con la naturaleza del sueño, respete la relación íntima del soñador con su sueño y preserve el poder del soñador sobre su sueño.’ (205)

tres etapas

En un libro que coescribió con Nan Zimmerman, trabajando con los sueños (1979), Ullman esboza tres etapas principales de su enfoque. La etapa I del proceso comienza recorriendo el grupo y pidiéndole a alguien que comparta un sueño. Cuando una persona acepta hacer esto, describe el sueño con tanto detalle como puede recordar, mientras todos los demás escuchan con atención. Después de volver a contar el sueño, se alienta a los miembros del grupo a hacer preguntas sobre los aspectos del contenido del sueño que pueden haber pasado por alto o no haber entendido por completo. No se permiten interpretaciones ni más comentarios en esta etapa: “esta es solo la primera etapa y queremos seguir con el sueño tal como lo escuchamos”. (208)

En la segunda etapa, el soñador se sienta y escucha mientras el resto del grupo continúa discutiendo el sueño. Ullman enfatiza que no podemos saber qué significa un sueño para la persona que lo soñó, “pero podemos ayudar en algo. Cada uno de nosotros puede tratar de hacer nuestro el sueño, responder a él como si fuera nuestro”. (208) Sigue una discusión abierta, con cada miembro del grupo ofreciendo comentarios, reflexiones y opiniones basadas en su propia versión del sueño del soñador. Ullman alienta a todos a prestar atención atención a las posibilidades metafóricas en el contenido del sueño y permitir que sus sentimientos personales entren en él sin juzgarlo: “simplemente proyecte sus propios significados en las imágenes de la manera más libre y honesta posible”. (209) La discusión continúa mientras el soñador y el grupo tengan tiempo y energía.

En la Etapa III, el soñador vuelve al proceso y responde a lo que dijeron los miembros del grupo sobre el sueño compartiendo las ideas o ideas que encuentran más intrigantes. Esta etapa del proceso implica una consideración abierta de las diversas posibilidades que se ofrecen, en lugar de juzgar quién tenía razón y quién no. Los descubrimientos más profundos a menudo se producen solo después de que la reunión ha terminado y el soñador ha tenido un tiempo a solas para procesar y reflexionar sobre todos los aportes del grupo. En esta etapa, como en las anteriores, el grupo sigue al soñador, tratando de ser sensible a sus límites.

Libertad del inconsciente

En este punto, el soñador también puede compartir información más detallada sobre los antecedentes y el contexto del sueño lúcido, lo que puede provocar otra ronda de discusión grupal. A menudo, los miembros del grupo dicen que les gustaría tener esta información antes en el proceso; podrían calificar mucho mejor.

Lectura básica inconsciente

Ullman creía que era todo lo contrario. Si sabe demasiado sobre las ideas del soñador, su visión del sueño se estrechará hacia lo que le dijo el soñador. Las interpretaciones más útiles, las que surgen más libre y espontáneamente de cada miembro del grupo, sólo son posibles si se ponen entre paréntesis las ideas del soñador y el grupo concentra su intuición inconsciente sobre el sueño mismo. Algunas evaluaciones pueden ser inapropiadas o incorrectas, pero algunas pueden arrojar nueva luz sobre un detalle importante del sueño que podría haberse pasado por alto si el grupo hubiera pensado únicamente desde el punto de vista del soñador.

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