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Xevi Molas/ PsicoActiva

El envejecimiento es un proceso inherente en el ser humano. Desde que nacemos avanzamos poco a poco hacia la vejez. Pero, ¿por qué envejecemos? A lo largo de la historia han existido diferentes teorías sobre este proceso, sin embargo, algunas de ellas, con la investigación científica se han ido descartando. La teoría de los telómeros parece tomar fuerza, por ello, a lo largo de este artículo vamos a profundizar en qué son los telómeros, cómo parecen afectar al proceso de envejecimiento y cómo mantenerlos saludables. ¡Comencemos!

En los extremos del ADN se encuentran los telómeros, cuyo objetivo es proteger el material genético que lleva el cromosoma y apoyar la transcripción idéntica del ADN nuclear. Imaginemos el cordón de un pantalón o los cordones de los zapatos, al final de dicho cordón siempre aparece una parte más robusta para que el cordón no se deshilache, esto es, para protegerlo y que no se deteriore con facilidad. Como describe Miquel (2006), los telómeros son «secuencias repetidas de ADN presentes en los 2 extremos de los cromosomas».

División y envejecimiento

Con el paso del tiempo las células se dividen, se copian todos sus cromosomas y de esta forma cada nueva célula recibe una copia idéntica de todos los cromosomas. Sin embargo, como describe el equipo de Diego Mengual (2014), «en cada ronda de replicación el ADN telomérico pierde un centenar de bases debido a la imposibilidad de la ADN polimerasa de concluir por completo el proceso de copia». Es decir, cada vez que se replica el ADN los telómeros se vuelven más cortos.

Con el tiempo, nuestras células se dividen con el objetivo de multiplicarse y regenerar órganos y tejidos. De esta forma, poco a poco se va reduciendo la longitud de los telómeros. ¿Y qué ocurre cuando pierden mucha longitud? Como explica Miquel (2006), «un acortamiento excesivo de los telómeros bloquea la mitosis y desencadena el envejecimiento celular«. Esto es, llega un momento en el que son tan pequeños que su función protectora del ADN desaparece y las células dejan de reproducirse.

¿Se puede revertir el desgaste?

Elizabeth Blackburn y su equipo de investigación investigaron en 2009 sobre el proceso degenerativo de los telómeros y observaron que una enzima llamada telomerasa podía proteger a los cromosomas frente al envejecimiento. Averiguaron que esta enzima no solo protegía a los telómeros sino que podía favorecer su regeneración y, de esta forma, prolongarlos. Al parecer, la enzima telomerasa evita que los telómeros reduzcan su tamaño con la división celular, por lo que las células se mantendrían jóvenes.

7 Aspectos del día a día que influyen en los telómeros

  • 1. Deporte

Algo a lo que tenemos fácil acceso es al ejercicio físico. Y es que parece ser que el deporte es un factor importante en el mantenimiento del tamaño de los telómeros. En una investigación llevada a cabo por Cherkas y su equipo (2008), observaron en 2152 mujeres y 249 hombres que aquellos que realizaban ejercicio físico de forma regular poseen un tamaño de telómeros mayor que aquellos menos activos.

  • 2. Fumar

Fumar no solo puede provocar cáncer, sino que también aumenta el estrés oxidativo y acelera el acortamiento de los telómeros. Por ello, el hábito del tabaco puede acelerar el proceso de envejecimiento. En un estudio en el que se analizó el ADN telomérico de mujeres, se observó que la tasa de pares de bases por año que se pierde es de 24,8-27,7. Sin embargo, esta cifra aumenta en 5 pares en aquellas personas que fuman un paquete de tabaco diario.

  • 3. Obesidad

La obesidad es un factor que también puede acarrear efectos negativos sobre los telómeros. Este factor también está relacionado con el estrés oxidativo y con el daño en el ADN afectando a la longitud de los telómeros. Se ha podido observar que en personas obesas la longitud de los telómeros es más corto que en las personas no obesas.

  • 4. Contaminación

La exposición a agentes externos dañinos es un factor de riesgo que también puede acortar el tamaño de los telómeros. En una investigación que se llevó a cabo con policías y oficinistas, se halló que en los policías expuestos a la contaminación del tráfico el tamaño de los telómeros era menor que en los oficinistas.

  • 5. Estrés

Cuando estamos estresados liberamos glucocorticoides, más conocido como cortisol. Al aumentar los niveles de cortisol más allá de los necesarios se reducen las cantidades de proteínas antioxidantes y causan daño oxidativo del ADN, lo que produce que los telómeros reduzcan su tamaño. En una investigación se comparó un grupo de mujeres estresadas con otro de mujeres no estresadas. Se encontró que las mujeres estresadas obtuvieron mayores niveles de estrés oxidativo, una mayor reducción de la actividad telomerasa y una mayor reducción de los telómeros.

  • 6. Fibra

Al parecer, la longitud de los telómeros se ve favorecida por el consumo de fibra. Sin embargo, deberemos tener especial cuidado con el consumo de ácidos grasos poliinsaturados, ya que puede reducir su longitud. La reducción de las proteínas en la comida también parece aumentar la vida de los telómeros, pero este punto todavía está pendiente de una mayor investigación científica.

  • 7. Antioxidantes

La ingesta de antioxidantes de ácidos grasos como el omega-3 parecen estar asociados a una mejor salud de los telómeros. Por el contrario, la falta de este tipo de antioxidantes se relaciona con un aumento en el desgaste de los telómeros. En un estudio que se llevó a cabio durante cinco años, se encontró que aquellas personas que habían tomado ácidos grasos omega-3 redujeron las tasas de acortamiento. Este tipo de antioxidantes protegen el ADN telemétrico de daños ocasionados por agentes tanto intrínsecos y extrínsecos.