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Los puntos principales del estudio.

La pandemia de coronavirus (COVID-19) ha causado un estrés e incertidumbre significativos. Esto fue especialmente cierto para los jóvenes que enfrentaron el cierre de escuelas, la ruptura de los canales sociales y un mayor estrés en el hogar y en sus comunidades. Dada la devastación sin precedentes causada por la pandemia, es fundamental comprender su impacto en la salud y el desarrollo, particularmente entre los adolescentes.

Los nuevos hallazgos de un estudio financiado por el Instituto Nacional de Salud Mental arrojan luz sobre cómo los adolescentes que sobrevivieron a la pandemia de COVID-19 y el cierre que la acompaña difieren tanto psicológica como biológicamente de sus compañeros antes de la pandemia. Dirigido por Jan Gottlieb, Ph.D.realizado en la Universidad de Stanford, este es uno de los primeros estudios que examina el impacto de la pandemia no solo en la salud mental de los adolescentes, sino también en la estructura de sus cerebros, lo que refleja los efectos a largo plazo del desastre.

La muestra estuvo compuesta por 163 adolescentes (de 13 a 17 años) de San Francisco, California, que participaron en un estudio longitudinal más grande. La mitad fueron evaluados antes de la pandemia de COVID-19 y la otra mitad después de que se emitió la orden de quedarse en casa en marzo de 2020. Los datos de neuroimagen estaban disponibles para 64 adolescentes en cada grupo. Para reducir el impacto de la pandemia, los investigadores agruparon a los participantes en grupos según otros factores que pueden afectar su salud mental y desarrollo cerebral, incluidos la edad, el sexo, el estado de pubertad, la raza y el origen étnico, la educación de los padres, el ingreso familiar anual y exposición al estrés en los primeros años de vida.

Los participantes autoinformaron sus síntomas de depresión y ansiedad, así como problemas de salud mental internos y externos. Una resonancia magnética del cerebro proporciona datos sobre el grosor de la corteza y el volumen de las áreas subcorticales del cerebro (amígdala, hipocampo y núcleo adyacente). Los investigadores también introdujeron escáneres cerebrales corticales y subcorticales en el programa de aprendizaje automático que desarrollaron. ENIGMA-Grupo de Trabajo sobre la Edad del Cerebro calcular la edad cerebral total de los participantes.

Los dos grupos diferían significativamente tanto en su salud mental como en su desarrollo cerebral. En comparación con el grupo prepandemia, los adolescentes evaluados después del final de la pandemia informaron más síntomas de ansiedad y depresión y más problemas de internalización. Sus cerebros mostraron un adelgazamiento de la corteza cerebral, que ayuda con los procesos mentales como la planificación y el autocontrol, y una reducción en el volumen del hipocampo y la amígdala, que están involucrados en el acceso a los recuerdos y la regulación de las respuestas al miedo y el estrés, respectivamente. .

Además, en base a sus características corticales y subcorticales, el grupo post-exclusión tenía una edad cerebral mayor que los adolescentes evaluados antes de la pandemia. Sus cerebros mostraban características neuroanatómicas más típicas de los adultos mayores o de aquellos que experimentaron estrés crónico o adversidad en la infancia. Por lo tanto, este estudio muestra un vínculo entre la pandemia de COVID-19 y el deterioro de la salud mental y el desarrollo desadaptativo del cerebro adolescente.

Finalmente, los investigadores consideraron la posibilidad de que la mayor duración del distanciamiento social exacerbara el impacto psicobiológico de la pandemia. Sin embargo, un análisis de los cambios en el grupo posterior a la terminación basado en la cantidad de días desde que comenzaron las órdenes de refugio no mostró una asociación significativa con ninguna medida de salud mental o desarrollo cerebral.

Además de replicar hallazgos anteriores de que la pandemia de COVID-19 tuvo un impacto negativo en la salud mental de los adolescentes, este estudio encontró que la pandemia puede haber envejecido físicamente sus cerebros. En comparación con sus compañeros que fueron emparejados cuidadosamente antes de la pandemia, los adolescentes que sobrevivieron al cierre relacionado con la pandemia y continuaron experimentando interrupciones continuas por el COVID-19 tenían un mayor adelgazamiento cortical y volúmenes más grandes del hipocampo y la amígdala, cambios neuronales que pueden reflejar un envejecimiento cerebral acelerado.

Esta investigación tiene un importante significado científico y social. Primero, los investigadores que realicen estudios a largo plazo que cubran la pandemia tendrán que lidiar con sus posibles efectos en la salud mental y física de los participantes y ser cautelosos al hacer comparaciones antes y después de la pandemia, suponiendo que el desarrollo normativo no haya cambiado. A nivel social, los hallazgos sugieren que, al menos a corto plazo, los adolescentes experimentan mayores niveles de depresión y ansiedad y pueden necesitar ayuda psiquiátrica para ayudarlos a sobrellevar la situación. Además, los cambios medibles en el desarrollo del cerebro sugieren que también pueden beneficiarse de otros servicios, como el apoyo a los procesos cognitivos o la regulación de las emociones.

Aunque los resultados brindan nueva información sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en una etapa crítica de la vida, los autores enfatizan que sus hallazgos deben replicarse y extenderse en muestras más diversas. Por ejemplo, los participantes en el estudio actual tenían un estatus socioeconómico relativamente alto. Sin embargo, los grupos marginados, incluidas las personas de nivel socioeconómico bajo, se han visto expuestos a un mayor estrés médico, económico y psicológico como resultado de la pandemia. Además, las experiencias con las órdenes de interrupción del trabajo y los efectos posteriores en la salud mental y el desarrollo del cerebro reflejaron la política de COVID-19 en un lugar particular de los Estados Unidos.

Determinar si los resultados se mantienen para grupos más diversos y en diferentes partes del país ayudará a informar la política de salud pública destinada a reducir los impactos adversos en la salud y el desarrollo de la pandemia. El equipo de investigación planea evaluar a estos participantes a los 20 años, y los estudios futuros deben basarse en los resultados actuales para determinar el alcance y la sostenibilidad de dichos cambios.

certificado

Gotlib, IH, Miller, JG, Borchers, LR, Coury, SM, Costello, LA, García, JM y Ho, TC (2022). Impacto de la pandemia de COVID-19 en la salud mental y la maduración cerebral de los adolescentes: implicaciones para el análisis de datos longitudinales. Psiquiatría biológica Ciencia abierta global. https://doi.org/10.1016/j.bpsgos.2022.11.002

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