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Sabemos que los niños comúnmente experimentan trastornos mentales. Los últimos Encuesta sobre conductas de riesgo en jóvenes mostró que casi el 60 por ciento de las adolescentes sentía tristeza constante, y el 25 por ciento pensó en probar suicidio. Antes de la pandemia de COVID, solíamos decir que uno de cada cinco niños cumplía los criterios clínicos para un diagnóstico de depresión, inquietudo TDAH. Desafortunadamente, solo el 20 por ciento de estos niños recibieron el examen y el tratamiento necesarios.

Parte de esta brecha se debe a problemas sistémicos. No podemos, como pediatras individuales o padres, chasquear los dedos y tener acceso a terapeutas y psiquiatras infantiles económicos, accesibles y de alta calidad. Pero lo que podemos controlar es el momento de la decisión, cuando hacemos un diagnóstico formal y consideramos si el tratamiento ayudará.

Usemos el ejemplo de la ansiedad. Josh y Lisa tienen una hija, Annie, a quien siempre le ha gustado todo así. Cuando era pequeña, no usaba ciertas telas o colores. Era selectiva con la comida que comía. A menudo se encendía debido a cambios en la rutina diaria o nuevos cumpleaños. Fue difícil para ella dejar a sus padres por una niñera, y cuando Josh y Lisa comenzaron el preescolar, tuvieron que sentarse en el vestíbulo de la escuela durante varias semanas más que otros padres.

Pero Annie está bien. Tiene amigos y es una niña inteligente que alcanza sus objetivos a tiempo y siempre obtiene un informe positivo en las conferencias de padres y maestros. A veces le cuesta conciliar el sueño, pero suele dormir lo suficiente y come una gran variedad de alimentos. dieta que no necesita una valoración nutricional.

Esta es a menudo la historia que nos contamos a nosotros mismos como padres y les contamos a nuestros médicos durante los chequeos. Pero esta información no es suficiente para decidir si Annie necesita evaluación o tratamiento. Necesitamos entender un poco más sobre la vida de Annie y sus padres para poder tomar la decisión correcta.

Cuando ayudo a los padres a pensar en estas decisiones, mis preguntas a menudo se centran en comprender la carga y el deterioro asociado con los síntomas.

La carga diaria de preocuparse por la salud mental de Annie recae sobre ella y el resto de su familia.

  • ¿Cuánto tiempo pasan los padres cada día tranquilizando y animando a Annie para que participe en la escuela y en las actividades escolares?
  • ¿Cuánto tiempo se tarda en acostar a Annie cada noche?
  • ¿Annie se queja a menudo de dolores de estómago o de cabeza?
  • ¿Tiene regularmente crisis o berrinches?

Comprender el trastorno a partir de sus síntomas también es importante.

  • ¿Hay actividades en las que los padres quieren que Annie pueda participar, pero ella no puede debido a la ansiedad? Por ejemplo, ¿cumpleaños, campamento o juegos?
  • ¿Se perdieron los miembros de la familia de Annie lo que querían hacer debido a sus fuertes preferencias?

No es trabajo de los padres discernir si los síntomas que experimenta su hijo son parte de su temperamento o parte de un diagnóstico. Es muy difícil hacer esto: el temperamento del niño no cambiará y es parte de lo que es. Algunos niños tienen una voluntad fuerte, son sensibles o enérgicos y pueden convertirse en un problema para los padres, y a algunos niños se les diagnostica ansiedad, depresión o TDAH.

Pero cuando un niño y su familia se sienten agobiados por los síntomas de salud mental que limitan su capacidad diaria para disfrutar de la vida, es hora de hacerse la prueba y considerar el tratamiento. Es imposible evaluar a un niño de forma independiente, entendiendo el contexto de su vida; a menudo no se trata solo de los síntomas, sino también de la compatibilidad de sus síntomas con la vida familiar y escolar. Este es un conocimiento que solo los padres tienen y pueden compartir. La verdad es que, independientemente de la causa raíz de los síntomas de un niño, los tratamientos basados ​​en evidencia como PCIT, CBT y DBT pueden ayudar a los niños y a los padres a adquirir habilidades para sentirse mejor.

Lecturas esenciales sobre la depresión

Si después de esto sientes que tu hijo no necesita ayuda profesional, genial. Pero el hecho de que miraste este artículo me hace pensar que podría haber algo allí. Así como los padres alientan a sus hijos a dominar las habilidades de alfabetización y aritmética, también podemos alentar a nuestros hijos a aprender habilidades sociales y emocionales para que estén preparados para hacer frente si las cosas se ponen difíciles en el futuro.

Considere si su hijo puede alcanzar estos hitos y, si no, tal vez explore formas de ayudarlo:

  • ¿Puede su hijo nombrar los sentimientos (triste/enojado/nervioso) de los demás?
  • ¿Puede su hijo nombrar sus sentimientos?
  • Si su hijo puede reconocer cuándo se siente deprimido, ¿ha aprendido alguna estrategia (descanso, respiración profunda, actitud positiva)? charla con uno mismoetc) ayuda?
  • ¿Sabe su hijo a quién y cómo acudir en busca de ayuda?

Si su hijo está bien y autorregulación habilidades, genial! El siguiente paso es examinar sus habilidades sociales y de comunicación, ya que sabemos que las relaciones de apoyo son factores protectores:

  • ¿Tiene su hijo varios amigos cercanos?
  • ¿Sabe su hijo cómo mantener amistades sanas?
  • ¿Sabe su hijo cómo apoyar a los demás?

Mientras pensamos en el núcleo paternidad habilidades como mantener a los niños alimentados, descansados ​​y limpios, la mayoría de los padres necesitan estas habilidades de crianza avanzadas a un nuevo nivel. Ya sea que su hijo tenga o no un diagnóstico o necesite apoyo psiquiátrico formal, como padre, debe saber dónde y cuándo buscar ayuda. Este trabajo es difícil, pero si se hace bien, tiene un enorme valor para su familia y sus hijos. Si te parece mucho es porque es complicado y difícil, pero recuerda que no eres el único que piensa en ello. Mi meta libro y este blog tiene como objetivo tratar de llenar ese vacío, pero sepa que sus pediatras, escuelas y comunidades están llenas de personas listas para apoyarlo en su crianza.

Para encontrar un terapeuta cerca de usted, visite Manual de terapia Psicología Psy.CO.

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