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«Autoestima es la reputación que nos hacemos ante nosotros mismos.” — Nathaniel Branden
La autoestima es un aspecto fundamental de la psicología humana que afecta la forma en que nos percibimos e interactuamos con nosotros mismos y el mundo que nos rodea. Uno de los primeros psicólogos en describir este concepto fue William James en 1890, definiéndolo como la relación entre el yo percibido, es decir, «Quien creo que soy» y el yo ideal, «Quien me gustaría ser». Cuanto mayor es la discrepancia, mayor es la insatisfacción. Por eso es importante tener una conexión entre sus éxitos y sus aspiraciones.
La autoestima da forma a nuestras creencias, emociones y comportamientos, lo que influye significativamente en nuestro bienestar general y salud mental. La autoestima significa una evaluación y percepción general de la propia dignidad, habilidades y valor como individuo. Es cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo creemos que los demás nos perciben. Una autoestima saludable implica tener una visión positiva y equilibrada de uno mismo, reconociendo tanto las fortalezas como las debilidades, mientras se mantiene un sentido de autoaceptación y respeto por uno mismo.
La importancia de la autoestima
La autoestima juega un papel crucial en varios aspectos de nuestras vidas, tales como:
- El bienestar emocional: Una autoestima sana contribuye a la aparición de emociones positivas, estabilidady un sentido del interior felicidad. Nos ayuda a superar mejor los desafíos y contratiempos. confianza y optimismo.
- Relaciones: La autoestima afecta nuestras relaciones con los demás. Cuando tenemos una salud Auto imagen, tenemos una mejor oportunidad de crear y mantener relaciones saludables y satisfactorias. Nos permite establecer límites, comunicarnos de manera efectiva y mostrar respeto mutuo.
- Logros y éxito: Una autoestima sana contribuye a nuestra motivación, determinación y capacidad para lograr sus objetivos. Nos da la creencia de que somos capaces de tener éxito, nos da la capacidad de asumir riesgos y perseverar a través de los obstáculos.
Factores que afectan la autoestima
- Primeras experiencias: Infancia Las experiencias, incluida la crianza de los hijos, la dinámica familiar y las influencias sociales, dan forma significativa a nuestra autoestima. Un ambiente positivo y de apoyo tiende a fomentar una autoestima saludable, mientras que las experiencias negativas pueden tener un impacto duradero.
- Autopercepción: Nuestra autopercepción, incluida la forma en que interpretamos y evaluamos nuestras habilidades, apariencia y logros, contribuye a nuestra autoestima. Las expectativas poco realistas, la autocrítica dura o un enfoque constante en las deficiencias percibidas pueden socavar la autoestima.
- Comparaciones sociales: Compararse con los demás, especialmente a través del prisma de los ideales sociales o las redes sociales, puede afectar negativamente la autoestima. Es importante recordar que cada persona es única y que compararse con los demás suele ser un estándar injusto y poco realista.
Cultivo de una sana autoestima.
El desarrollo y la educación de una autoestima saludable es un proceso constante. Existen estrategias básicas para promover una autoestima positiva, como tratarse a uno mismo con amabilidad, comprensión y perdón. Cuídate, prioriza tus necesidades y haz actividades que te traigan alegría y satisfacción. Darse cuenta de lo negativo charla con uno mismo y reemplazarlo con pensamientos más realistas y compasivos. Reconoce tus fortalezas y logros y recuerda que nadie es perfecto. Divida sus objetivos en pasos manejables y celebre cada hito. Concéntrese en el crecimiento y el progreso personal, no en la perfección. Busca relaciones y conexiones con personas que te inspiren y motiven. Rodearse de influencias positivas puede promover una autoestima más saludable. Participe en actividades que disfrute y que le permitan desarrollar nuevas habilidades. Desarrollar competencia y dominio en áreas de interés puede aumentar la autoestima.
Nathaniel Branden, un renombrado psicólogo y experto en autoestima, ha escrito extensamente sobre la autoestima en su libro Seis pilares de la autoestima. Algunas de las ideas clave que presentó fueron:
- Seis pilares: componentes clave que contribuyen a una autoestima saludable: (1) autopercepción, (2) responsabilidad propia, (3) autoestimaasertividad(4) vida consciente, (5) integridad personal y (6) la práctica de la autorrealización.
- Auto-aceptación: la autoaceptación implica reconocer y aceptar todos los aspectos de uno mismo, incluidas las fortalezas y debilidades. Se trata de ser compasivo y no juzgarte a ti mismo.
- Auto-responsabilidad: la responsabilidad personal por las propias elecciones, acciones y emociones aumenta la autoestima, especialmente cuando las personas se consideran responsables de sus vidas y trabajan activamente para alcanzar sus metas.
- Autoafirmación: la práctica de la autoafirmación implica la expresión honesta y respetuosa de las propias necesidades, deseos y pensamientos. Se trata de defenderse y establecer límites saludables.
- Para vivir conscientemente: vivir conscientemente y estar presente en el momento presente. Sea consciente de los pensamientos, sentimientos y acciones y tome decisiones conscientes en línea con sus valores y metas.
- Integridad personal: alinear sus acciones con sus valores y principios, lo que promueve la integridad, el respeto por sí mismo y un sentido de coherencia interior.
- Autoactualización: el deseo de realizar el propio potencial y lograr el crecimiento personal mejora a las personas. La participación activa en actividades que correspondan a sus pasiones promueve la autorrealización.
Cómo bajar la autoestima en 8 sencillos pasos
Debemos recordar que lo importante no es lo que eres, sino lo que puedes llegar a ser. Sabemos que la autoestima no se hereda, sino que se crea. Siguiendo la sencilla y milenaria estrategia china de “saber enderezar algo doblándolo primero”, deberíamos tratar de preguntarnos todos los días, ¿cómo puedo empeorar mi autoestima para aprender a mejorarla? Haciéndonos esta pregunta, ya podemos identificar ocho patrones disfuncionales que, si se repiten de forma rígida y generalizada, asegurarán el éxito de nuestro problema. Él:
- quejas. Muy a menudo, hablar de tus dificultades inicialmente trae alivio, pero a la larga aumenta y complica el grado de malestar y convierte el dolor en sufrimiento.
- En busca de ayuda. Es reconfortante porque si lo conseguimos, también significa que la persona que nos está “ayudando” se preocupa por nosotros, pero sin saberlo también puede estar enviándonos otro mensaje: “Te ayudo porque tú no puedes ayudarte”, provocando así dependencia de los demás y debilitándose uno mismo.
- Evitación. Sentimiento miedo ante algunas situaciones puede ser natural, como lo es el instinto primario de evitarlo, pero si en el momento trae alivio a la larga, nuestra percepción del peligro aumenta, al igual que la incapacidad para hacer frente a tales situaciones.
- Una profecía autocumplida. Nuestras acciones influyen en lo que otros piensan de nosotros, determinando su comportamiento, que a su vez refuerza y valida nuestras creencias y nuestras acciones.
- Posponer. Cultivar la ilusión de que podemos actuar de manera efectiva, pero en realidad no podemos, es una excelente manera de debilitar nuestra resolución y destruir nuestra capacidad de tomar y tomar medidas decisivas, que es el corazón y el alma de la autoestima.
- Decir sí cuando deberíamos decir no. En nuestra búsqueda de una mayor seguridad, a veces es fácil caer en la tentación de decir siempre que sí a las demandas de las personas, bajo la ilusión de que nuestra autoestima puede aumentar si nos volvemos más simpáticos o obedientes. Nada mas lejos de la verdad. Decir sí para evitar tener que decir no es la raíz de muchas dificultades sociales y de relación.
- Descuídate a ti mismo. Contrariamente al sentido común, la ropa demasiado recatada o despeinada puede hacer que la gente piense peor de nosotros. Recuerda que rara vez hay una segunda oportunidad para hacer el bien Primera impresión.
- Rendirse. «Solo fallas cuando te rindes». Es perjudicial para nuestra supervivencia como seres humanos evitar rendirnos o creer que nada saldrá de nuestras ideas. Debemos seguir avanzando hasta lograr nuestro objetivo.
La psicología de la autoestima es compleja y multifacética, con profundas implicaciones para nuestro bienestar y calidad de vida. Desarrollar una autoestima saludable implica aceptar nuestras cualidades únicas, aceptarnos a nosotros mismos con amabilidad y reconocer que nuestro valor no está determinado por factores externos o la comparación con los demás. Al desarrollar una imagen propia positiva y practicar la autocompasión, podemos desarrollar un sentido más fuerte de autoestima y vivir más plenamente. Recuerda, eres digno de amor, aceptación y felicidad. Abraza tu valor interior y déjalo brillar.
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