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en coautoría con Katrina Hardy

El cerebro juega un papel importante en nuestras funciones cognitivas, emocionales y sociales. Uno de los aspectos fascinantes del cerebro es su naturaleza social. Estamos conectados para prosperar en contextos sociales y buscar conexiones con los demás. Los neurobiólogos han estudiado cuidadosamente este fenómeno e identificado varios mecanismos neuronales que subyacen a nuestro comportamiento social. En este post profundizaremos de neurología tribalismo y por qué el cerebro se considera una parte integral de nuestra naturaleza tribal.

Cómo se relaciona el tribalismo con la neurociencia

Tribalismo significa que las personas forman grupos sociales y se identifican con ellos, guiados por la comunidad. identidadsignificado y objetivos. La neurociencia del tribalismo examina los mecanismos neuronales que subyacen a nuestro comportamiento social. La investigación de Jay Van Bavel descubrió que percibir a los demás como parte de nuestro grupo activa el sistema de recompensa del cerebro, promoviendo la lealtad y la preferencia. La investigación de Tanya Singer ha demostrado que percibir a los demás como parte de nuestro grupo activa el cerebro. empatía cadena, promoviendo la compasión y cooperación. Estos hallazgos resaltan cómo nuestros cerebros buscan naturalmente conexiones sociales, promoviendo el tribalismo (Van Bavel et al., Ciencia; Singer et al., procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias).

La naturaleza tribal del cerebro se deriva de la importancia del comportamiento social para la supervivencia y evolución humana, como explica Teissandier N. (2008). Nuestros antepasados ​​vivían en pequeños grupos, lo que requería cooperación, coordinación y el desarrollo de habilidades sociales como la comunicación, la empatía y la cooperación, que favorecía la selección natural.

El papel de la identidad grupal en el cerebro

La investigación muestra que la identidad grupal tiene un impacto significativo en la función cerebral. Los estudios de resonancia magnética funcional (fMRI) muestran que los símbolos asociados con nuestros grupos, como los logotipos de los equipos o los emblemas políticos, activan los centros de recompensa en el cerebro. Un estudio realizado en la Universidad de California, Los Ángeles, observó una mayor actividad en el estriado ventral y la corteza prefrontal ventromedial, regiones asociadas con el procesamiento de recompensas y valores. Estos hallazgos sugieren que el cerebro percibe la identidad grupal como gratificante y valiosa, arrojando luz sobre los mecanismos neuronales del tribalismo. Además, la liberación del p. oxitocina y la vasopresina afecta el procesamiento de la información sensorial, aumentando el reconocimiento social memoria y la posterior asociación de la identidad grupal con experiencias placenteras y gratificantes (Dluzen et al., 1998a).

También se cree que las neuronas espejo juegan un papel crucial en la vida social. conocimiento y puede participar en el desarrollo de la empatía y la pegado. Giacomo Rizzolatti descubrió por primera vez estas células especializadas en el cerebro, que se activan no solo cuando realizamos una acción, sino también cuando vemos a otra persona hacer lo mismo, en la década de 1990. En su libro de 2011 Espejos en el cerebro: cómo nuestras mentes comparten acciones, emociones y experiencias explica el papel de las neuronas espejo en la cognición social y la empatía. Las neuronas espejo en la corteza premotora y el lóbulo parietal inferior contribuyen a comprender las intenciones y emociones de los demás, promoviendo la empatía. Son vitales para la cognición social, incluida la imitación, aprendizaje socialy predecir el comportamiento. Las neuronas espejo también fortalecen los lazos sociales al sincronizar nuestras acciones y generar emociones compartidas, mejorando la interacción social.

Otros investigadores, como Marco Lacoboni (2009), han utilizado fMRI para estudiar los mecanismos neuronales que subyacen a la empatía y la vinculación social. En su estudio, el equipo de Lacoboni descubrió que cuando los participantes miraban videos de alguien que percibían como parte de su grupo, había una mayor actividad en las regiones del cerebro asociadas con la recompensa y la cognición social, como el cuerpo estriado ventral y la circunvolución frontal inferior derecha. Esto sugiere que nuestros cerebros están conectados para recompensar el comportamiento social que refuerza nuestra identidad tribal.

Sesgo de endogrupo/exogrupo

El sesgo de endogrupo/exogrupo es un fenómeno bien estudiado. Molenberg P. (2018) habla de la tendencia de los individuos a favorecer a los miembros de su grupo y discriminar a los miembros de otros grupos. Este prejuicio puede conducir a conflictos intergrupales, hostilidad y violencia. Un importante estudio de Molenberghs y Louis (2018) explica que el sesgo está asociado con la activación de la amígdala, una región del cerebro involucrada en el procesamiento emocional y miedo.

Por ejemplo, un estudio de Lieberman et al. (2005) encontraron que cuando los participantes miraban los rostros del grupo, la amígdala estaba menos activa que cuando miraban los rostros del grupo externo, lo que sugiere respuestas emocionales intensificadas hacia los miembros del grupo externo. Este sesgo puede tener raíces evolutivas, ya que puede haber contribuido a la supervivencia y la cohesión del grupo en la antigüedad. Sin embargo, esto puede conducir a discriminaciónel prejuicio y la injusticia social en la sociedad moderna.

El papel de la oxitocina en el comportamiento social, particularmente en los lazos sociales y la identidad grupal, ha sido ampliamente estudiado. Producida en respuesta a señales sociales positivas y contacto, la oxitocina se asocia con mayores sentimientos de confianza, cooperación y empatía, lo que la convierte en un componente clave del vínculo social. Sin embargo, Baumgartner, T. y otros (2008). también han demostrado que la oxitocina puede promover el sesgo, lo que lleva al favoritismo hacia el propio grupo. Esta naturaleza dual de la oxitocina destaca la complejidad del comportamiento social y el papel de la neurociencia en su configuración.

Neuroplasticidad e influencia cultural

La neuroplasticidad se refiere a la capacidad adaptativa del cerebro bajo la influencia de la experiencia y la cultura. La neurociencia cultural demuestra una conexión bidireccional entre el cerebro y la cultura, con distintos patrones de activación neuronal durante las interacciones sociales entre personas de diferentes culturas. Comprender los mecanismos neuronales que subyacen al tribalismo y el comportamiento social nos permite construir sociedades inclusivas que aceptan la diversidad y promueven la empatía. Reconocer la flexibilidad del cerebro social nos permite luchar por un mundo más interconectado, lo que enriquece nuestra comprensión de la cognición y el comportamiento humanos.

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