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Fuente: Yournameonstones/Shutterstock
Dra. Kat Scherer
Las emociones son inherentes a la experiencia humana y juegan un papel importante en la vida de los niños. Los sentimientos pueden enfatizar lo positivo con alegría y emoción o enfatizar lo negativo con tristeza y dolor.
Las investigaciones muestran que las emociones estabilidad es un componente crítico del éxito, ayudando a los niños a navegar por los altibajos inevitables de la vida, inclinándose hacia experiencias felices y calmando las dolorosas. Es una superpotencia potencial.
Los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar resiliencia modelando la conciencia emocional, la aceptación y la adaptabilidad.
PASO 1: Comience con los padres
El proceso comienza cuando los padres determinan las prioridades de su propia vida emocional. Cuando reconocen sus sentimientos con comprensión y amabilidad, muestran compasión.
La mejor manera de enseñar a los niños es predicar con el ejemplo. Cuando los padres trabajan a través de los sentimientos, por ejemplo inquietud o tristeza, dando un paseo, hablando con un amigo o escuchando música, enseñan a los niños el respeto por sí mismos y la resiliencia. Cuando ofrecen este tipo de apoyo a sus hijos, también les ayudan a gestionar sus emociones.
Este viaje emocional requiere resistencia y un poco de coraje. La resiliencia es un superpoder psicológico por el que todos luchamos, la capacidad de enfrentar la adversidad y recuperarse para prosperar. Averigüemos cómo desarrollar este don emocional en los niños.
PASO 2: Aceptar y validar todas las emociones
Los padres pueden comenzar aceptando y validando toda la gama de emociones de los niños. Este apoyo permite a los niños abrazar su rico mundo emocional y navegar por sus dificultades.
Cuando los padres sienten empatía por las emociones de los niños, los niños se sienten comprendidos y valorados. No están solos y sus experiencias son normales. Esta declaración de los padres estimula a los niños confianzaapoya la resistencia y sienta las bases para empatía.
Ayudar a los niños con su vida emocional incluye todas las emociones, no solo las agradables. Aunque la mayoría de las personas acepta fácilmente los sentimientos positivos o alegres de los niños, pueden inhibir sin darse cuenta los negativos como enojo o tristeza
Por ejemplo, los adultos bien intencionados pueden decir: «No te enojes» o «No hay nada por lo que estar triste», sin darse cuenta, cerrando la exploración de esos sentimientos en lugar de abordarlos. Cuando esta evitación se repite, interfiere con la comprensión y el dominio de las emociones difíciles, lo que lleva a puntos ciegos emocionales.
Todos tenemos sentimientos que preferimos evitar. Nuestro nivel de comodidad con las emociones es personal, en parte influenciado por la experiencia. Los padres pueden preguntarse: ¿Qué sentimientos estoy ocultando? ¿Qué estoy compartiendo con los demás? ¿Y qué emociones estoy tratando de reprimir u ocultar?
Desarrollar resiliencia emocional requiere abrazar todos los sentidos. Esta aceptación es fundamental para ayudar a los niños a superar las emociones difíciles.
PASO 3: ayudar a los niños a regular y corregular
Los niños a menudo necesitan que sus padres los ayuden a lidiar con las emociones fuertes. Dependen del sistema nervioso más maduro de los adultos para encontrar estabilidad. Este proceso se llama «co-regulación», donde una persona tranquiliza a otra. Todos nos beneficiamos de la corregulación en ocasiones, pero los niños a menudo la necesitan para encontrar su base.
Cuando sea necesario, la tranquilidad de los padres puede ser tan simple como palabras cálidas de simpatía, un abrazo suave o simplemente sentarse en silencio junto a un niño molesto, según las necesidades y preferencias del niño. Este proceso de relajación conjunta es un campo de entrenamiento para la relajación personal. Al pasar por el ciclo de sentirse molesto, tranquilizarse y volver a la calma, los niños aprenden que la incomodidad es temporal y que pueden tolerarla.
Sostenibilidad Lecturas básicas
La corregulación no significa que los padres siempre deban apresurarse a «arreglar» las molestias de los niños, especialmente si no quieren ayuda. Los niños también necesitan espacio para resolver los desafíos por su cuenta para desarrollar competencia emocional. En este momento, los padres pueden regularse y darles a los niños espacio para que se tranquilicen. Este proceso genera resiliencia y confianza y les ayuda a establecer límites personales.
PASO 4: Crear un conjunto de herramientas emocionales
Los niños no nacen con la capacidad de controlar y expresar sentimientos difíciles como la ira o el resentimiento. Necesitan aprender sobre diferentes emociones y comportamientos aceptables. ¿Pueden golpear a alguien cuando se sienten enojados, gritar cuando se sienten ignorados o llorar cuando sienten dolor?
Una vez más, los niños aprenden observando a los adultos. Cuando los padres expresan abiertamente sus emociones, independientemente de si se expresan correctamente, los niños observan, escuchan y aprenden. Por ello, los padres deben desarrollar hábitos emocionales saludables que sirvan de guía a los niños. Los padres pueden enseñar mejor a sus hijos la conciencia y la regulación emocional practicando estas habilidades ellos mismos.
Los niños también necesitan desarrollar sus propias habilidades emocionales para manejar diferentes sentimientos y situaciones. Las habilidades de afrontamiento, como los ejercicios de respiración, la relajación muscular, el autocontrol o la reformulación de los pensamientos negativos, pueden ser herramientas de regulación útiles para los niños.
Encontrar las habilidades de afrontamiento que desea es un proceso personal. Algunos niños pueden buscar consuelo en un abrazo, mientras que otros prefieren el espacio físico. La música suave puede ser relajante para algunos, pero molesta para otros. Los padres pueden ayudar a los niños a encontrar recursos emocionales basados en su temperamento y necesidades individuales.
Crear un conjunto de herramientas emocionales es un proceso continuo que dura toda la vida. A medida que cambian las necesidades y habilidades de los niños, es importante actualizar y adaptar las habilidades de afrontamiento. Hay muchos recursos y libros excelentes para ayudar a los niños a comprender y manejar sus sentimientos (Centro de excelencia; Taller de sésamo; y Un corazón para todos).
PASO 5: Práctica Emocional: La Imperfección es Necesaria
No existe un enfoque único para todos o una forma «correcta» de manejar las emociones. Y no existe una forma «correcta» o ideal para que los padres manejen sus emociones. Inteligencia emocional es un viaje de toda la vida, y los padres no siempre lo hacen bien. Los niños no necesitan padres perfectos, necesitan verdaderos modelos a seguir que estén trabajando activamente para superar sus desafíos emocionales.
El objetivo final es ayudar a los niños a comprender su mundo emocional interior y adaptarse a él, enriquecer sus vidas. Después de todo, las emociones también son una fuente de alegría, consuelo y perspicacia. Incluso las sensaciones dolorosas ofrecen potencialmente información sobre las limitaciones o necesidades de alguien. Los niños aprenden sobre sí mismos mediante el manejo de todas sus emociones y el desarrollo de la confianza en su capacidad para hacer frente a las dificultades.
A medida que los niños aprenden a aceptar sus emociones y a encontrar soluciones, también aprenden a prestarse atención a sí mismos y a confiar en sí mismos. Los padres pueden proporcionar un lugar seguro y de apoyo para que los niños practiquen cómo lidiar con estas emociones desordenadas pero significativas. Esta es nuestra experiencia humana.
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