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Josh Bartok/usado con permiso

Loto en el cielo

Josh Bartok/usado con permiso

Las emociones son reacciones naturales, humanas y útiles que nos brindan información rápida sobre una situación y pueden ayudarnos a comunicarnos con los demás.

Al mismo tiempo, las reacciones emocionales pueden ser intensas y abrumadoras y pueden interferir con nuestra capacidad de vivir de acuerdo con nuestros valores. Aquí, exploraré algunas formas de distinguir cuándo nuestras emociones nos dicen algo importante y cuándo pueden ser destructivas o engañosas.

Este reconocimiento puede ayudarnos a elegir acciones basadas en valores cuando experimentamos una respuesta emocional. (Antes correo investigó métodos de respuesta efectiva a emociones fuertes.)

Emociones claras versus sucias

Cena emoción es una respuesta directa a una situación (inmediata, anticipada o crónica) y proporciona información que puede ser una guía útil para la acción. Distintas emociones suben y bajan, y su intensidad corresponde al contexto que las evoca.

Las emociones turbulentas son más intensas y duraderas, menos vinculadas a un contexto específico y, por lo general, no brindan información útil sobre la acción. Distinguir entre emociones claras y turbias puede ayudarnos a comprender cómo queremos actuar en respuesta a nuestras emociones. Y reconocer la turbidez de las emociones puede ayudarnos a aclararlas con el tiempo.

Cuando alguien querido para nosotros fallece, podemos sentir la emoción obvia de tristeza. Reconocer esta emoción y compartirla con la persona puede generar una conexión más profunda o una decisión de hacer algo significativo juntos antes de irse o regresar.

Sin embargo, si no nos gusta sentirnos tristes o no hemos dormido bien, por ejemplo, podemos tener una reacción turbia, como irritabilidad o decepción por la partida de la persona. Si dejamos que estas emociones dicten lo que compartimos o cómo actuamos, podemos crear una distancia que puede profundizar nuestra tristeza.

Cómo las emociones se vuelven nubladas

Una forma en que nuestras emociones pueden nublarse es reaccionar en el momento a algo que sucedió en el pasado. Un colega puede decir algo que nos recuerda una discusión reciente con un amigo, o un miembro de la comunidad puede hacer algo que educador solíamos hacer y que todavía sentimos dolor.

La ansiedad es otra cosa que puede nublar las emociones. Si nos preocupa que nuestro hijo pueda lastimarse, podemos sentirnos inquietud cuando exploran algo nuevo. Si seguimos esta emoción y actuamos en consecuencia, podemos limitar el crecimiento de nuestro hijo y crear tensión con él.

Además, a menudo parece que nuestras emociones nos definen. Podemos pensar que somos una «persona ansiosa» o una «persona emocional». Esta forma de relacionarnos con nuestras emociones las intensifica y dificulta sentir cómo van y vienen las emociones, o darnos cuenta de que podemos sentir varias emociones a la vez (por ejemplo, orgullo y miedodecepción y amor).

Practicando la perspicacia

Cuando surge una emoción, el primer paso en el discernimiento es simplemente notar que nuestras reacciones emocionales están surgiendo. Cuando practicamos esta habilidad por primera vez, podemos elegir un momento para escribir o anotar mentalmente qué emociones estamos sintiendo. Luego, podemos considerar algunas de las preguntas a continuación que pueden ayudarnos a distinguir entre las emociones puras y las turbias.

  1. ¿Alguna emoción es una respuesta directa a la situación actual, igualando su intensidad y transmitiendo un mensaje claro? Si es así, lo más probable es que las emociones sean comprensibles y debemos pensar en cómo queremos responder al mensaje que están enviando.
  2. ¿Alguna emoción está relacionada o resuena con experiencias pasadas? Las imágenes del pasado pueden quedarse con nosotros, y también podemos revivirlas a través de la reflexión o el ensayo. Si nuestra respuesta actual está ligada al pasado, es posible que no queramos seguir ninguna tendencia de acción actual, sino considerar cómo podemos sanar del pasado y distinguir nuestro contexto actual del pasado.
  3. ¿Alguna emoción está relacionada con algo que le preocupa que pueda suceder en el futuro? Si es así, podemos reconocer que nuestras emociones están conectadas con nuestras preocupaciones y, en cambio, elegir acciones basadas en valores en el presente. (Estas preguntas puede ayudarnos a comprender si nuestras preocupaciones son informativas).
  4. ¿Te criticas o te juzgas por tus sentimientos? Recibimos muchos mensajes de que las emociones son un signo de debilidad o que algunas emociones son mejores que otras. Cuando juzgamos nuestras reacciones emocionales o nos consideramos «malos» porque tenemos ciertas reacciones, puede amplificar nuestras reacciones y hacerlas más borrosas y nubladas. Esto puede dificultar el reconocimiento de la información que nuestras emociones pueden (o no) estar transmitiendo. (Practicar la autocompasión y reconocer la humanidad de todas las emociones puede ayudar a contrarrestar esto).
  5. ¿Se siente confundido o definido de alguna manera por alguno de los sentimientos? Atento la conciencia puede ayudarnos a ver, como dice el maestro budista Pema Chodron, que somos todo el cielo y que todo lo que surge (como las emociones) es solo clima.
  6. ¿Tratas de no sentir ninguna emoción o tratas de alejarla? Que nos digan que las emociones son malas o débiles, y que la incomodidad asociada con muchas emociones nos lleva naturalmente a tratar de evitar o alejar las emociones difíciles. Sin embargo, tales intentos finalmente no tienen éxito y pueden hacer que nuestras emociones sean más borrosas, pegajosas y nubladas. Permitir que las emociones sean lo que son y la autocompasión puede ayudarnos a aclarar las emociones y hacerlas menos complicadas.
  7. ¿Te has cuidado? Dormir mal, comer poco o demasiado y la falta de ejercicio pueden conducir a respuestas emocionales más intensas o pegajosas que cuando nuestras vidas están más reguladas. En consecuencia, las emociones y pensamientos que surgen en medio de la noche suelen ser más intensos y turbios que los que surgen durante el día cuando estamos bien descansados. Además de priorizar nuestra salud y bienestar, también podemos notar cuándo no podemos dormir o comer bien y reconocer que las emociones que surgen durante estos momentos probablemente sean sucias e inútiles. En cuanto a mí, cuando tengo fuertes sentimientos por algo y sé que no he dormido bien, trato de esperar uno o dos días, dormir bien por la noche y luego ver si la reacción emocional continúa antes de seguir cualquier impulso emocional.

A medida que note sus reacciones emocionales, intente responder estas preguntas y vea si lo ayudan a tomar medidas más efectivas en respuesta a sus emociones.

Esta publicación es una adaptación del libro del autor, Preocupate menos, vive más.

(gracias a Josh Bartok por su asistencia en la edición)

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