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Probablemente hayas oído hablar de inteligencia emocional, o EI, un término popularizado en el libro de Dan Goleman de 1995. Este concepto se ha vuelto extremadamente popular, respaldado por una historia de investigación que demuestra múltiples beneficios, tanto personales como profesionales, para personas con niveles más altos de IE. Afortunadamente, también hay pruebas sólidas de que la IE se puede desarrollar a través de la práctica deliberada.
El modelo predominante es el emocional. inteligencia cubre cuatro áreas: autoconciencia,gestión, conciencia interpersonal y gestión de relaciones. Los componentes de la autoconciencia son fundamentales porque sirven como base para la capacidad de manejar de manera efectiva las propias emociones y navegar en las interacciones y relaciones interpersonales. A continuación, concentrémonos en cuatro prácticas específicas para desarrollar una mayor autoconciencia emocional en el trabajo.
1. Pagar ADVERTENCIA a sentimientos relativamente más fuertes y etiquetarlos. Las personas varían en el rango típico de intensidad de sus experiencias emocionales a lo largo del día y durante varios días. Preste atención a los momentos en que sus sentimientos (tanto negativos como positivos) son más fuertes que su línea de base normal. ¿Qué palabra(s) o frase(s) usaría para etiquetar o describir sus emociones en este momento? No se sorprenda si parece difícil al principio. Por lo general, no se nos educa para hacer más que simples distinciones entre nuestros sentimientos, y mucho menos para desarrollar un rico vocabulario para describir o comunicar emociones. (Una búsqueda rápida en Internet de «lista de emociones» arroja numerosos resultados).
2. Reflexione sobre los factores que parecen explicar sus sentimientos actuales. ¿Por qué parece sentir esta emoción o conjunto de emociones en particular en este momento en particular? No siempre tenemos una comprensión precisa de todos los factores relevantes, pero es importante intentarlo. La clave es notar patrones que probablemente indiquen cómo tiende a interpretar los eventos, sus fortalezas y debilidades, y los «puntos de dolor» emocionales que se frotan de manera incorrecta. Cada uno es único para ti, y tomar conciencia de tu propia conciencia es vital como primer paso para gestionarla y ser más feliz y productivo.
3. Apóyate en las emociones y descubre qué está pasando. Cuando experimentamos sentimientos negativos o incómodos relativamente intensos, tendemos a hacer todo lo posible para deshacernos de ellos. Lo cual tiene sentido; estos estados emocionales negativos probablemente no sean un lugar saludable para estar. Sin embargo, al tratar constante e inmediatamente de evitar estas experiencias normales, perdemos el aprendizaje de algunas cosas que son importantes para nuestra inteligencia emocional. Intente detenerse intencionalmente en algunas de estas experiencias, solo viendo a dónde conduce y considerando reflexivamente preguntas como:
- ¿Qué podría indicar esta reacción emocional a la situación o los eventos que la precedieron?
- ¿Es posible que mi respuesta emocional negativa sea más intensa de lo que sería para otras personas que experimentan circunstancias similares? Si es así, ¿por qué? ¿Qué podría indicar mi reacción acerca de mi interpretación de la experiencia, mi historia o mis disposiciones?
- lo que imagino o miedo ¿Qué podría pasar si dejo que este sentimiento se quede y no trabajo contra él? ¿En qué se basan estas suposiciones?
Participar en este proceso implica un cierto desapego de tu experiencia para que puedas desempeñar el papel de detective y científico. Ambos dan un paso atrás para examinar el contexto más amplio y tal vez realizar un experimento para ver qué sucede. A menudo, los resultados son profundos, ya que puede aprender que tiene más control sobre sus respuestas emocionales de lo que nunca imaginó, y que las suposiciones y los temores no probados sobre a dónde pueden conducir los sentimientos negativos no son realistas.
4. Solicite comentarios de los demás. Hasta ahora, nos hemos centrado en formas de autoconciencia asociadas con la experiencia emocional actual y en patrones o tendencias a lo largo del tiempo y entre situaciones. Otro aspecto importante de la autoconciencia es comprender cómo nos perciben los demás. Tendemos a llevar con nosotros una serie de suposiciones acerca de cómo nos ven los demás, quizás basadas principalmente en nuestra Auto imagen y nuestras intenciones con respecto a nuestras interacciones y relaciones interpersonales.
Es muy probable que exista al menos alguna discrepancia entre cómo creemos que nos perciben los demás y cómo nos perciben ellos. Explorar estas diferencias puede ser alentador cuando están a nuestro favor, y deprimente o amenazante cuando son críticas (en comparación con nuestra autoestima). Por lo tanto, es importante ser sincero en su búsqueda de comentarios, estar dispuesto a recibirlos y considerarlos sin ponerse a la defensiva. Intentar explicar cómo y por qué la experiencia que otras personas tienen de nosotros es incorrecta o inexacta envía rápidamente el mensaje de no volver a dar esa retroalimentación, incluso si se la piden (e imagine cómo nuestra actitud defensiva moldea aún más su percepción de nosotros).
Es más probable que obtengamos comentarios útiles si proporcionamos algunos detalles sobre lo que nos gustaría saber. Entonces, en lugar de preguntarle a alguien, «¿Qué piensas de mí?» intente: “Para lograr la superación personal, sería útil para mí saber cómo percibo a los demás. ¿Le importaría compartir algunas descripciones que le vengan a la mente en caso de que alguien le pregunte cómo soy?’ Aún más específico podría ser algo como: “Esta mañana en una reunión de equipo, me preguntaba si era demasiado crítico con la idea de Jason. ¿Qué piensas de mi sonido?» Independientemente de la redacción, es importante expresar interés genuino y franqueza a la percepción de la otra persona, en lugar de buscar una respuesta determinada.
Las características comunes de las diferentes formas de autoconciencia y los métodos para mejorarlas son la intencionalidad y la inversión de tiempo y energía. Por estas razones, rara vez, o nunca, es algo fácil de hacer, especialmente cuando la vida parece ocupada sin agregarlo a nuestras listas de tareas pendientes. Por supuesto, como la mayoría de las cosas, estos procesos se vuelven más fáciles con la práctica.
¿Por qué invertir en trabajar en un grado de autoconciencia? Dado que son la base de la inteligencia emocional, solo con conciencia y comprensión podemos manejarnos mejor emocionalmente. El aumento de la autoconciencia no conduce automáticamente a la mejora autocontrolpero es un requisito previo.
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